Tengo un poco de bajón, porque estaba ilusionada y motivada de que iba a empezar a estudiar sexología en la escuela de psico-sexología de Paris, pero mi solicitud ha sido desestimada.

Hace dos años, me puse en serio a estudiar francés e inglés y hace cómo un año pensé en estudiar algo en francés en Paris, ya que ahora es el sitio donde estoy más basada.

Me he alquilado un estudio y voy a pasar bastante tiempo aquí. Así que estudiar algo me motiva para aprender y perfeccionar el francés.

Buscando qué estudiar, encontré en internet la escuela de sexología de Paris. Decidí escribirles y concertamos una entrevista para estudiar mi caso. Así me quitaba la duda si podría ser aceptada o no.

Claramente, dije a lo que me dedicaba, siempre con la verdad por delante. Qué quería llevar la sexualidad más alla de a lo que estamos acostumbrados. Había comprobado que el sexo tenía muchos tabúes y que había que abrirlo. Qué con mi experiencia en el sexo, había descubierto que no hay un buen sexo, sobre todo entre hombres y mujeres, pero que realmente es por la falta de educación sexual y la falta de comunicación sexual.

Que quería estudiar sexología para llevarlo más al ámbito de hacer talleres colectivos y empezar a mostrar el sexo cómo algo natural que es lo que es y a enseñarlo más con la práctica. Y me parecía apropiado estudiar la sexología. Siempre con un titulo parece que eres más veraz.

En la entrevista, la sexóloga me dijo que mi caso era particular, pero ¿porque no? Qué podría ser.

Esto era enero y que en abril se abrían las inscripciones para el curso siguiente que empieza en Octubre.

A partir de ahí, yo ya me visualicé entrando en la escuela de sexología.

En cuanto se abrieron las inscripciones, fué lo primero que hice, pero cual ha sido mi sorpresa que mi solicitud ha sido rechazada.

Este ha sido el correo de respuesta que he recibido.

Chère Cristina,

Je vous remercie pour votre dossier. 

J’ai beaucoup réfléchi à votre candidature. Je vous remercie pour l’honnêteté et la sincérité avec laquelle vous avez pu me parler de vos projets. 
Malheureusement je ne peux pas les soutenir. Des expériences nombreuses de ce type ont déjà été menées en particulier dans les années 70 avec à déplorer de très nombreuses dérives. Même si effectivement le besoin d’informations est présent, ces expériences et ateliers ont tous été abandonnés car ils étaient globalement trop délétères pour les patients. 

Je ne peux donc pas vous soutenir dans ces démarches que je vous déconseille de poursuivre.

Par ailleurs je souhaite garder une cohérence dans le choix des étudiants qui intègrent notre formation. Je ne peux donc pas valider votre demande.

Je vous souhaite une bonne continuation.

Bien cordialement 

Lo resumo para no traducirlo literalmente.

Es decir que de la manera que yo quiero tratar el sexo, en talleres colectivos, se intentaron en los años 70 y por lo visto terminaron en un completo desastre. Hablamos de los años 70 y estamos en el 2020. Me parece sorprendente!.

También se justifica en que a los pacientes no les gusta ese tipo de talleres. Mi respuesta es que los pacientes se adaptan a lo que se les proponga y a los métodos que existan. Nunca vamos a evolucionar así.

Además con una educación sexual se evitarían muchos traumas y problemas sexuales.

Y otra cosa, que se argumenta es que quiere seguir una coherencia con el resto de los alumnos. Es decir que soy puta y no encajo, no tengo un título científico.

Si ser 10 años prostituta no significa ser el perfil adecuado para formarse en sexóloga, que a veces somos mas psicóloga que putas, entonces es que no me estaba dirigiendo al lugar adecuado.

¿Cómo vamos a conseguir que evolucione la sexología?

De nuevo me llevo una decepción con el sistema de educación y la gente que sigue ese sistema.

Al final querer llevarlo a un ámbito más profesional, solo por el hecho de ser una trabajadora sexual, no me dan la oportunidad.

Una idea que ha todo el mudo que se lo he contado le ha parecido maravillosa. Que haya personas como yo que quieran ayudar al sexo de una forma más practica.

Así que con esto me he dado cuenta, que estamos en manos de profesionales en sexo, que en realidad no tienen ni idea. Saben mucha teoría y de patologías pero poco practica y aparecen personas como yo que tenemos la práctica pero queremos conocer más y profesionalizarnos más y no somos actos para ese tipo de estudios.

Los titulados en sexo, solo son eso, titulados con estudios. Qué buscan pacientes con problemas sexuales. Y los problemas sexuales empiezan en la falta de educación sexual que hay y lo poco que se habla claramente. En la falta de práctica, en la falta de nuevas técnicas.

Nadie quiere innovar con una Escort, que puede manchar la reputación de la escuela. Que para mi punto de vista, la reputación que me queda de ellos, es que son unos arcaicos y nunca van a evolucionar en cómo tratar la sexualidad.

Yo podía haber aportado un punto de vista diferente como Escort que no se conoce pero existe. De esta manera, se va a seguir en la hipocresía de estudiar sexo solo para terapias patológicas.

También demuestra que las putas, que somos las que más sabemos de sexo, no estamos actas para hacer una especialidad en Sexología. Pero sí es acta una persona que a estudiado psicología o medicina pero que realmente no sabe nada del sexo.

Qué decepción!

Pero bueno, estoy segura que lo que quiero hacer podré hacerlo, sin un titulo de tres años. Más titulo que el de la vida no hay.

Así que con mis conocimientos en marketing, en sexo y en experiencia, llevaré mis objetivos acabo.

El titulo sirve para poder navegar libremente por la web, pero lo haré de otra manera.

Aunque si que es cierto que si eres Escort te cierran fronteras, pero si eres sexóloga te hacen la reverencia . No se te valora como persona, se te etiqueta. Siendo la misma persona.

A pensar y buscar otras opciones.

Creo que será Suiza quien me acompañe en esta nueva aventura. Suiza tiene leyes a favor de la prostitución y el sexo. Haciendo las cosas bien, puedes comenzar un negocio en el sexo, como otro cualquiera, que no te lo van a cerrar porque un ciudadano aburrido te denuncia o porque el sexo no es legal. Esperemos se pase todo este virus, para que se vuelvan a abrir fronteras y se vuelvan a conceder permisos de trabajo.

O Los Angeles! Los americanos están acostumbrados y abiertos a todo tipo de terapias y métodos. Y las terapias sexuales están muy de moda.

A ver si pongo yo de moda los talleres colectivos.

El resultado de ser Escort, prostituta, puta, trabajadora sexual, como queramos llamarlo.

Esta claro que decir abiertamente soy Escort, cierra puertas. Lo llevo comprobando los 10 años que llevo en esta profesión.

Me estoy cansando de que me cierren puertas, no sé como hacerlo para que no me las cierren. Callándolo y ocultándolo, entonces no sería yo e iría en contra de mis propios principios.

Y parece que todo el mundo me acepta, pero me aceptan para la fiesta, sexo, viajes y demás, pero una relación que toque trabajo, niños, familia o vivienda, nadie se moja contigo. Ni los mejores amigos.

Nadie quiere una prostitución a su lado porque no quieren que se les relacione con ellos. Piensan: «A ver si me van a relacionar en el trabajo y me va a traer consecuencias ». « Esto hay que tapárselo a los niños ». « ¡Qué dirán los vecinos! ».

Por eso la mayoría de mis amigos son gays o lesbianas. Los heterosexuales desde que soy Escort, no me ponen likes para que no se les relacione, ni se acercan a mí desde que tienen hijos o negocios. Debo ser una mala imagen. Soy prostituta. Lo demás no cuenta.

Ni tus amigos te quieren alquilar sus pisos, porque vas atender clientes. Pero si eres promiscuo y te follas todo, sin dinero por medio, nadie dice nada. Siendo exactamente el mismo acto.

Nadie da la cara por una prostituta.

Por ser Escort estoy desestimada, discriminada, rechazada en el sistema.

Pero bueno, no me importa porque yo soy bastante antisistema. Me dan igual ese tipo de personas que no me quieren a su lado para que no se les relacione con una prostituta.

Es mi profesión, a mi me encanta y no voy a dejarla por ese tipo de razones. Mejor menos acompañada pero con gente de verdad. Una vida de verdades y realidades.

Yo que tengo un carácter tan positivo y me ha tenido que topar con la profesión peor vista en el mundo. Recibos de noes por todos lados.

Pero bueno, es lo que hay. Mientras tanto, sigo estudiando inglés y francés. Y buscaré otras formaciones y otros círculos. Menos mal que tambien hay gente que te valora por como eres y no por lo que eres.

Lo importante es LA PASIÓN y mi pasión es «el sexo».

Ya he visto otras opciones, en concreto un curso intensivo en Los Angeles de Educadora Sexual. Lo que más me ha gustado, es que son aceptadas las personas que trabajan como Trabajadoras sexuales.

Lo importante es no abandonar mi idea « never give up. Voy a ser educadora sexual.

Y como dicen mis amigos, Cristina tú ya eres sexóloga sin el titulo.

Estoy segura que podría ayudar a superar patologías sexuales, solo con mi experiencia.

Pero mi idea no son las patologías, es la educación sexual.

Una educación que evitaría que muchos pacientes lleguen al punto de ser tratados por profesionales titulados.

Tengo yo mi propia experiencia de los profesionales titulados, como los psiquiatras que después de pasar por cuatro psiquiátricos, seis ingresos y una década de sesiones terapéuticas, puedo opinar por mi propia experiencia, que los psiquiatras no ayudan, solo recetan medicamentos.

Pero volviendo a mí, yo lo que quiero es ayudar a que la gente tenga orgasmos. Esa es mi labor. Quiero enseñar lo que yo disfruto tanto. Y para eso no necesito un titulo que me lo certifique.

Quiero ayudar a esas señoras de una generación donde no había internet y no podías informarte y que no saben todavía cual es su clitoris y nunca han tenido un orgasmo. A esas parejas que llevan años y no tienen sexo. A esos adolescentes que no saben cómo tratar a una chica sexualmente.

Y no con la teoría, sino con la práctica, que es lo que mejor se me da.

La práctica.